Tus manos…
Mi ropa en el suelo…
Las caricias…
Nuestros cuerpos estremecerse.
Tu boca…
Mi boca…
Un beso.
No dijimos nada, en el silencio de la habitación sólo se oían nuestros besos, dulce néctar de ti, suave tu cuello era.
Cuan grato fue tenerte entre estos brazos, que ahora, tan helados se encuentran. La falta de tu calor es la causa… de todo.
